Las medias naranjas no existen, para empezar porque ni si quiera somos
frutas. Simplemente, hay alguien ahí fuera que nos completa, que termina
las deudas que dejamos empezadas. Pequeñas personitas que corren por
ahí con las respuestas para todas nuestras preguntas. Así que, si ella
estaba tan loca como para pensar que esa persona aparecería en un par de
años, y no ahora, ¿quién se lo impediría? En un futuro podría hablar de
esos grupos de música que nadie escucha, ver acompañada esas películas
que nadie aguanta un domingo con las persianas bajadas, compartir una
tableta de chocolate y discutir sobre el arte abstracto. Y sí, también
encontraría a alguien con el que correr un día de lluvia, saltar de
charco en charco, cualquiera que estuviera dispuesto a bailar bajo una
tormenta. Alguien se preocuparía de su pequeña demencia. Solo tenía que
esperar a que ese alguien apareciera.Y sólo entonces se enamoraría.Don't be afraid, it's not bad to be in love.